A finales de 1975 Bob Marley ingresó en la secta de las Doce Tribus de Israel, un jerarquizado entramado rastafari en el que, entre otros muchos detalles, sus miembros se dividían en grupos nominados por un horóscopo realizados con el nombre de los hijos de Israel. Bob, como nacido en febrero, era de la tribu de José. Muchos rastas, alguno de ellos muy bien situados en el mundillo musical de la isla, pertenecían a esta secta. Entre ellos Alan “Skill” Cole, el amigo futbolista de Bob que vivía largas temporadas en Etiopía (y que firma “War” junto a Carlton Barret”) y la I-Three Judy Mowatt.
Judy Mowatt, maravillosa vocalista y debilidad personal de quien os escribe, incluyó en su álbum “Black woman”, el primero que se grabó y publicó en los estudios Tuff Gong, una canción homenaje a Bob titulada “Joseph”. Judy siempre ha mantenido ese paralelismo.
“Mucha gente no lo sabe, pero pertenecemos a las Doce Tribus de Israel. Sabemos que Bob es de la tribu de José. Sabemos que José fue vendido por sus hermanos. José fue un hombre visionario, un hombre con premoniciones oníricas. Dio siete años de alimento tras siete de hambre y murió joven. Nosotros sabemos que realmente Bob es José reencarnado.”
Por cierto, esta secta, fundada por Vernon Carrington, conocido por Prophet o Brother Gad, lleva tiempo con la historia de que el cáncer de Bob Marley fue inducido.
Tranquilos todos! hoy quiero hablaros de Bob en una de sus facetas: la de hombre de campo.
No hay que olvidar que Bob Marley pasó sus primeros doce años, una tercera parte de su vida, viviendo en St. Ann, en zona rural, en una familia de gente acostumbrada a trabajar la tierra y tener animales.
En muchas ocasiones se ha referido a ello, sorprendiendo a muchos periodistas que no esperaban largos comentarios sobre cultivos, fertilizaciones, cabras o asnos. Eso sí, nunca perros. No se le conoce, o no conozco, ninguna relación con algún perro. Que se sepa, no tuvo perro.
Rita también suele contar cómo al principio de su matrimonio, cuando estaba embarazada de Cedella, ella y Bob fueron a vivir a la vieja casa de Nine Miles, y cómo cultivaban ñame y coles. Lo recuerda como una época feliz en lo personal y muy prolífica en lo musical. También al único animal con nombre que se le conoce a Bob, su burro “Nimble”, con el que iban a las zonas de cultivo y al que siempre daba vitaminas.
Bob era muy trabajador, algo, no nos vamos a engañar, raro entre los músicos jamaicanos. Él lo achacaba siempre a su vida en el campo. “En la ciudad todo se consigue con dinero, y se quiere ahora mismo. En el campo todo es fruto del esfuerzo, y cada cosa tiene sus plazos.”
O, de un modo mucho más jamaicano: “Cuando la raíz es fuerte, el fruto es dulce.”
Mantido o idioma original
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